Fuente: euribor.com.es
La hipoteca: 800 euros. El coche: 200 euros. Las tarjetas de crédito: 100 euros. Las de las tiendas: otros 60 euros. Un televisor comprado a plazos: 100 euros. Total fijo al mes: más de 1.260 euros….
Así, en resumidas cuentas, se plantean la mayoría de los casos que llegan a las empresas de unificación de créditos, un sector que ha vivido un crecimiento desbordante en el último año .
La revisión -al alza- de las cuotas hipotecarias, por la subida del Euribor, amenaza con hacer el resto. Al verse asediados por las deudas cada vez más familias acuden a estos servicios para arañarle unos euros a la cuota.
Desde las entidades de defensa del consumidor, estos servicios no se ven con buenos ojos. Alfredo Martínez, delegado provincial de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, Ausbanc, distingue entre intermediarios y entidades de crédito.
Recomienda que, llegado el caso, se acuda a oficinas de intermediación financiera, que trabajan con bancos, y evitar las empresas que refinancian directamente, porque el interés es muy superior. 'Se debe acudir sólo como última opción y por necesidad, nunca para caprichos, como un viaje, porque el hecho de recurrir a estos créditos ya muestra que la familia tiene sobreendeudamiento, y sería poco coherente'.
Además, recuerda que subrogar una hipoteca a otro banco sólo interesa dentro del primer tercio de la vida del crédito, 'cuando se pagan los grandes intereses. A partir de ese momento no compensa'. Pero, al tiempo, se pone en el lugar de las familias asediadas por las deudas. 'El que acude a estos servicios es porque no le queda otra'.Desde la asociación de consumidores Facua se recomienda acudir a un asesor fiscal o a los propios servicios de consumo antes de contratar. 'Es un problema serio, llevan a confusión al consumidor, pagan intereses altísimos y se dan casos de personas que han perdido su vivienda porque se la exigieron como garantía de pago'.
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