Fuente: lavanguardia digital
La acumulación de deudas, junto con la subida de los tipos de interés, empieza a pasar factura a las familias que no pueden afrontar el pago de sus créditos y están empezando a dejar de pagar, incluso, la hipoteca.
Según los últimos datos del Banco de España, el saldo de hipotecas impagadas de las entidades financieras ha crecido un 26% en el último año hasta alcanzar 1.949 millones de euros y se ha doblado respecto al primer trimestre del 2005, cuando el Euribor alcanzó su nivel mínimo, del 2,10%.
Las perspectivas, además, son de un empeoramiento: según la Confederación Española de Cajas de Ahorros, un 70% de las cajas prevé que aumente la morosidad en sus créditos en los próximos meses y ninguna entidad prevé que disminuyan.
La morosidad de las familias afecta especialmente al crédito al consumo, donde el volumen de impagados ha crecido un 15,5% en los últimos doce meses y un 40% desde el primer trimestre del 2005. Pere Brachfield, consultor de la firma Morosólogos Asociados, señala que "las familias siguen un ciclo de endeudamiento clásico: financian sus apuros con las tarjetas de crédito y son precisamente las tarjetas las que sufren los primeros impagos.
Luego dejan de pagar el recibo de la tele o el crédito con el que pagaron las vacaciones, después el del coche, y luego, en último extremo, la hipoteca". Este comportamiento explica la mayor tasa de morosidad del crédito al consumo: las entidades califican de dudoso cobro un 1,93% de estos créditos.
Según los datos del Banco de España, la morosidad en el crédito al consumo empezó a repuntar a principios del 2005 y ha llevado a las entidades financieras a aumentar el tipo de interés medio de los créditos que conceden, que se sitúa ya en el 8,2%, para financiar este aumento del riesgo.
El ratio de morosidad hipotecaria (el 0,4% de los créditos concedidos se deja de pagar) se sitúa con todo cerca de los mínimos históricos, del 0,38%. En los próximos meses, sin embargo, se prevé que evolucionará al alza: por primera vez desde el año 2000 los impagos hipotecarios crecen más deprisa que la concesión de nuevos créditos, que creció en el 2006 a un ritmo del 24% y que se estima que aumente a un ritmo del 15% en el año 2007.
La morosidad, sin embargo, está lejos de preocupar a las entidades financieras. "La situación es muy diferente de la de la crisis de 1992, en la que los impagados llegaron a ser un 8% de la cartera crediticia, porque ahora prácticamente no hay paro", explica Brachfield.
Con todo, a diferencia de la situación de 1992, "las entidades financieras han relajado mucho en los últimos años los criterios de concesión de créditos: han concedido hipotecas por el 110% del valor de tasación del inmueble, equivalentes a muchos años de salario y con cuotas mensuales que llegan incluso al 50% de los ingresos familiares".
Las tarjetas de crédito, las primeras que sufren los impagos, ya empezaron a notar el aumento de los impagos en noviembre del 2005. Según un estudio del BBVA, entonces repuntaron los impagos de los gastos correspondientes a las anteriores vacaciones, y en marzo del año 2006 los impagos sufrieron un nuevo repunte, que afectó a los gastos de las compras de la campaña navideña. Este hecho, señala el citado informe, anticipa también futuros impagos en otros tipos de créditos.
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