Fuente: cotizalia
Amancio Ortega ya no compra inmuebles. En Pontegadea, su sociedad de inversión, lo tienen muy claro: nada de adquirir activos inmobiliarios hasta que no quede solucionado el problema ‘Astroc’. Y es que, según fuentes próximas a Ortega, lo de invertir en la firma valenciana fue un capricho del empresario gallego que no contaba con el visto bueno de sus gestores y que está suponiendo todo un quebradero de cabeza para éstos, máxime cuando la inversión se hizo a pulmón, es decir, sin ningún tipo de cobertura financiera.
Enrique Bañuelos, el aún presidente de Astroc Mediterráneo, el fugaz multimillonario de Forbes, ha conseguido lo que parecía imposible: que Amancio Ortega, el todopoderoso creador del emporio Inditex, pierda dinero. Ortega acumula unas minusvalías latentes en la inmobiliaria valenciana de casi 136 millones de euros. Astroc celebra esta semana una junta de accionistas en la que intentará dar un golpe de timón a la compañía.
“Amancio Ortega nunca pierde”, eso lo sabe todo el mundo. Sin embargo, desde que a finales de diciembre de 2006 comprara a través de su sociedad Pontegadea el 4% de Astroc a 32,16 euros por acción y el 1% restante a 36,17 euros, con un desembolso total de 194,87 millones de euros, el dueño del imperio Zara no ha hecho más que perder. Concretamente, un 70% del capital, casi 136 millones de euros. La acción de Astroc (también llamada ‘Catastroc’ en el mercado) cerró ayer a 9,41 euros. “La gente gana y pierde en la Bolsa”, es la respuesta que dan en Astroc a la debacle de Ortega en la inmobiliaria fundada por Bañuelos.
La entrada de Amancio en la inmobiliaria fue una sorpresa, toda vez que el gallego mira con lupa cada una de sus inversiones y cuida escrupulosamente su imagen pública. Este diario intentó ponerse en contacto ayer con Pontegadea sin recibir respuesta alguna.
Lo que a nadie escapa es que la idea de entrar en Astroc fue exclusivamente del empresario gallego, que se dejó seducir por las artes de Bañuelos sin tener en cuenta las recomendaciones contrarias de sus gestores, con José Arnau a la cabeza.
“El devenir de Astroc en Bolsa tiene muchas similitudes con Terra. Es decir, será pasto de los especuladores de chicharros”, comentan a este diario analistas del sector. “Sólo se podría salvar si alguno de los accionistas con experiencia sobrada, tal que Nozar, toma las riendas de la nueva compañía”, valoran. “Sólo entonces, Astroc se podrá ir recuperando a muy largo plazo”, añaden los analistas. La pregunta es si los inversores de referencia van a esperar tanto. “Ahora mismo, ningún socio puede tirar del hilo de Astroc porque ahorca a Enrique Bañuelos y se ahorca con él”, dicen las fuentes consultadas.
Fusión con Rayet Promoción y Landscape
Precisamente, Astroc celebra esta semana una junta general ordinaria de accionistas, en la que se escenificará el cambio de rumbo de la compañía. La inmobiliaria se fusionará con Rayet Promoción y Landscape, la que fuera filial del Sabadell, de la que tomará con toda probabilidad el nuevo nombre, según han confirmado desde la propia Astroc.
Aparte de la progresiva reducción de capital por parte de su fundador, el Consejo se rebajará de 13 a diez miembros, de los cuales sólo dos, Ramón de la Riva y el propio Bañuelos, representarán a CV Capital, la patrimonial de Bañuelos. El resto lo conforman Juan Antonio Alcaraz como consejero delegado; Juan Carlos Nozaleda (vicepresidente) y Jesús del Pino por Nozar; Félix Abánades por parte de Rayet; Carmen Godia en representación de G3T; Santiago Méndez por Caixa Galicia; y Xavier Adserá y Enrique Álvarez como independientes.
Mención aparte merece la figura de Enrique Álvarez. Ex presidente de Arthur Andersen, con fama de duro auditor, desde el sector destacan que no tiene perfil inmobiliario alguno. “Ni falta que hace”, contestan en Astroc. “De lo que tiene que saber es de auditar”, remachan.
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