Fuente: elconfidencial
Algo se mueve en el mercado inmobiliario. Y no sólo en relación a los precios. La diferencia entre la oferta y la demanda de viviendas es cada vez mayor. El año pasado, según los datos del Ministerio de Vivienda, se terminaron 597.632 unidades, pero es que únicamente se vendieron 410.192. Es decir, 187.440 quedaron sin comprador, sin contar las que salieron al mercado de segunda mano.
Este diferencial es el más alto de los últimos años, y sin duda da una señal de alerta. Si las líneas que muestran la evolución de la oferta y de la demanda de pisos se separan de forma pronunciada, el equilibrio del mercado puede romperse, con las perniciosas consecuencias que puede tener ese proceso. Dicho en otros términos, si la oferta de viviendas crece sin parar y, en paralelo, la demanda se frena, la racionalidad económica señala que se producirá una caída de precios brusca, algo que siempre han temido el Gobierno y los expertos.
A menudo se recuerda el caso japonés, donde los precios llegaron a caer tanto que los préstamos bancarios para adquisición de vivienda eran más altos que el valor de los pisos, lo que produjo un hundimiento del consumo y la consiguiente recesión. Por eso, el Gobierno no se cansa de repetir que pretende un “aterrizaje suave” del precio de la vivienda, como ayer señaló la ministra María Antonia Trujillo.
La fortaleza de la construcción de pisos se constata por la mayoría de los indicadores de oferta, el más significativo de ellos: la producción de cemento. Según datos anunciados ayer mismo por la patronal del sector las cifras del consumo de cemento en España confirman “la buena salud del sector de la construcción”, que sigue mostrándose como motor de la economía. Durante el primer trimestre del año, el consumo nacional creció un 3,8% y se situó en 14,1 millones de toneladas. En marzo de 2007 se consumió un 2% menos que en el mismo mes del año anterior, con una diferencia de 110.000 toneladas. Sin embargo, si se toma como referencia los últimos 12 meses, el incremento experimentado en el consumo es del 5,4%, por encima del PIB real.
Caen las transacciones de casas usadas
Los datos de empleo, igualmente, muestran que el sector de la construcción sigue creciendo de forma sostenida, ajeno a la evolución de la demanda. De hecho, un reciente informe del BBVA señalaba que el trabajo en el sector de la construcción estaba asegurado durante los próximos 18 meses, sin tener en cuenta la caída o, cuando menos, el frenazo de la demanda. Máxime cuando el año pasado se pidieron más de 850.000 visados para empezara construir.
Pero hay más indicadores que reflejan lo que está pasando. Según los datos anunciados ayer por el Ministerio de la Vivienda, el número de transacciones inmobiliarias en el cuarto trimestre de 2006 fue de 248.258 operaciones, frente a las 247.405 viviendas que cambiaron de manos en el mismo trimestre del año anterior, lo que supone un incremento de apenas un 0,4%. Pero es que si se analiza el resultado de las transacciones de viviendas de segunda mano, los resultados son mucho más llamativos.
Si en el último trimestre de 2005, el número de transacciones inmobiliarias alcanzó la cifra de 156.374, en el mismo periodo del año pasado la cifra ha caído hasta 135.930. Es decir, que cada vez se compran menos pisos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario